Acompañamos a cada mujer en un proceso profundo de recuperación, sanación emocional y reconstrucción personal, a través de un programa integral de tratamiento y rehabilitación basado en la Terapia Dialéctica Conductual (DBT). Nuestro objetivo es brindar un espacio seguro, compasivo y profesional donde cada mujer pueda reconectarse consigo misma, fortalecer su bienestar integral y renacer con propósito.
Es un enfoque moderno, profundo y altamente efectivo desarrollado por la Dra. Marsha Linehan, diseñado especialmente para personas que han enfrentado emociones intensas, experiencias difíciles o conductas impulsivas. La DBT combina aceptación y cambio, dos fuerzas esenciales para la transformación emocional. Buscamos que cada mujer aprenda a entender, aceptar y transformar sus emociones, encontrando equilibrio entre lo que siente y cómo actúa frente al dolor.
Aprender a vivir el presente con conciencia, observando pensamientos y emociones sin juicio.
Desarrollar recursos internos para atravesar el dolor y las crisis sin recurrir a conductas impulsivas.
Comprender las emociones, ponerles nombre y gestionarlas de manera equilibrada.
Fortalecer las relaciones, comunicarse con respeto y establecer límites sanos.
El programa está diseñado para desarrollarse de forma progresiva y personalizada, con una duración total de 16 meses, en los cuales cada residente avanza por distintas fases según su evolución emocional y terapéutica.
Primera etapa de adaptación.
La residente se familiariza con el entorno, las normas y el acompañamiento terapéutico.
Se trabaja la estabilización emocional, la motivación al cambio y la conciencia de proceso.
Etapa central del tratamiento, donde se fortalece la autoestima, la tolerancia al estrés y la reestructuración de pensamientos y conductas.
Se promueve la práctica de habilidades sociales, trabajo en equipo y liderazgo emocional.
La residente inicia un proceso de autonomía progresiva, aplicando lo aprendido en entornos reales a través de salidas supervisadas y proyectos personales.
Etapa donde la mujer retoma su vida familiar, laboral o académica, con acompañamiento terapéutico continuo.
El foco está en consolidar hábitos saludables, independencia y relaciones sanas.
Tras el alta terapéutica, la residente puede continuar participando en espacios de supervisión, orientación y prevención de recaídas, manteniendo el acompañamiento de su equipo profesional.
16 meses, con un proceso estructurado pero flexible, adaptado a las necesidades y ritmo de cada mujer.
En Renacer Mujeres, creemos en el poder de la transformación.
Cada mujer tiene dentro de sí la capacidad de sanar, reconstruirse y volver a florecer. Nosotras solo acompañamos ese camino, con profesionalismo, respeto y esperanza.